MENTAL vs. EL LENGUAJE CIENTÍFICO UNIVERSAL DE CARNAP
“Si tenemos en la ciencia un lenguaje unificado, entonces desaparece la separación: la ciencia misma se hace unificada” (Rudolf Carnap)
“La filosofía ha de ser sustituida por la lógica de la ciencia” (Rudolf Carnap)
“El significado de una proposición es su método de verificación” (Tesis neopositivista)
El Neopositivismo
El neopositivismo −también denominado positivismo lógico, empirismo lógico, empirismo radical y neoempirismo− fue una corriente de la filosofía de la ciencia que surgió alrededor de un grupo de científicos y filósofos que formaron el denominado “Círculo de Viena”. Fue fundado por el filósofo y físico Moritz Schlick en Viena en 1922. Rudolf Carnap fue uno de sus miembros más destacados y el sucesor de Schlick.
Los objetivos y principios del Círculo de Viena eran los siguientes:
Visión científica.
Una visión, interpretación, formalización y explicación exclusivamente científica del mundo. De hecho, su nombre original era “Círculo de Viena para la explicación científica del mundo”. En el año 1929, el Círculo de Viena publicó un manifiesto programático titulado “La concepción científica del mundo” donde se defendía que la única interpretación legítima del mundo es la científica.
Verificacionismo.
Defensa del empirismo de David Hume, John Locke y Ernst Mach. Para que una afirmación tenga sentido ha de ser verificable por la experiencia física. Los límites de lo cognoscible es los empírico y verificable. Las ciencias empíricas constituyen un todo continuo, que van desde la física hasta la sociología.
El positivismo del siglo XIX de Auguste Comte defendía el método científico como la única forma válida de conocimiento. El neopositivismo fue más allá, al limitar el conocimiento científico a lo empírico y verificable. La tesis del neopositivismo es “El conocimiento es significado y significado es verificación”. La verdad es la correspondencia entre proposiciones y hechos, entre teoría y práctica, entre significado y verificación.
Los enunciados científicos que proporcionan conocimiento los denominaban “protocolares” porque contenían en sí mismos un método de verificación.
Anti-metafísica.
Rechazo completo de toda tendencia idealista, metafísica, teológica o especulativa, por basarse en conceptos ambiguos y no verificables por la experiencia. Toda cuestión no empírica no tiene sentido. Descartar el discurso metafísico es la única manera de librarse de las polémicas filosóficas tradicionales que han demostrado ser inútiles e irresolubles. Las hipótesis metafísicas no son falsas, porque si lo fueran entonces ya no serían metafísicas, sino carentes de sentido. Todo intento de trascender los límites del conocimiento científico desemboca en el absurdo.
Enunciados analíticos.
Según Kant, hay dos tipos de enunciados: analíticos y sintéticos, y también hay enunciados a priori (previos a la experiencia) y a posteriori (tras la experiencia).
Los enunciados a priori son necesarios (siempre tienen que suceder). Los enunciados a posteriori son contingentes (pueden suceder o no).
El significado de un enunciado analítico solo depende del significado de sus términos, no produce ninguna información, es una tautología. Los enunciados analíticos son cognoscibles por la pura razón, son a priori y necesarios. Por ejemplo, “Todos los solteros son no casados” y “Los alimentos son comestibles”.
Los enunciados sintéticos proporcionan información sobre el mundo, y son a posteriori y contingentes. Por ejemplo, “Está lloviendo”.
Según Kant, existen enunciados sintéticos a priori, como la matemática y la lógica. Los neopositivistas negaban su existencia porque los enunciados matemáticos son abstractos y no hablan del mundo real. Pero admitían como enunciados verdaderos (además de los verificables por la experiencia física) los enunciados analíticos, pues es posible conocer el mundo mediante el puro razonamiento (a priori y necesario) lógico-deductivo utilizado en la matemática y en la lógica. Por ejemplo, “2+2 =4” y “Si a entonces b, y a, entonces se deduce b”.
Verdades.
Solo hay dos estrategias legítimas para comprobar la verdad de una proposición:
La justificación empírica para las propiedades que se refieren al mundo real.
La justificación puramente formal, válida en las ciencias formales (lógica y matemática). Para comprobar una proposición lógica o matemática no hace falta acudir a la experiencia, basta que se ajuste a las leyes de la lógica o de la matemática.
Según Leibniz, hay dos tipos de verdades: verdades de razón y verdades de hecho. Los neopositivistas, bajo la influencia de Kant y Leibniz, dividieron los enunciados significativos en analíticos y factuales.
Lógica y matemática.
Siguiendo la tradición logicista de Frege y Russell, se considera que la matemática forma parte de la lógica. Y sostienen que las matemáticas carecen totalmente de significado porque no se refieren al mundo real. Las matemáticas son simplemente formas sintácticas. Wittgenstein −inspirador del Círculo de Viena con su célebre Tractatus− decía que la matemática es sintaxis y que todos los enunciados matemáticos son analíticos y son tautologías.
Filosofía.
No hay que buscar ningún fundamento de las ciencias en la filosofía. La filosofía debe desempeñar un papel auxiliar, encargada solamente de distinguir entre lo que es científico y lo que no lo es. La filosofía no debe ser una teoría, sino una actividad: la clasificación lógica de los conceptos y las proposiciones de las teorías propuestas de la ciencia empírica: cómo se relacionan los conceptos y los enunciados, cómo unos conceptos están incluidos en otros, cómo unos enunciados pueden inferirse de otros, etc. La filosofía debe tratar de los medios de representación y no de la naturaleza de la representación. “La filosofía ha de ser sustituida por la lógica de la ciencia” (Carnap).
Fisicalismo.
Toda ciencia que aspire a calificarse de científica deberá plantearse en términos exclusivamente físicos. Por ejemplo, la psicología debe formularse en términos fisicalistas, considerando solo los fenómenos conductuales. La psicología debe separarse de la teoría del conocimiento. La teoría del conocimiento es la lógica de la ciencia, el análisis lógico de los enunciados científicos.
Principio de inducción.
Rechazo de todo elemento o concepto a priori o dogmático en la constitución del conocimiento. El conocimiento debe construirse de abajo hacia arriba, de lo particular a lo general, de los hechos a las leyes mediante generalizaciones, utilizando el principio de inducción, que debe interpretarse como probabilidad: el grado de confirmación de una ley general. Todo razonamiento inductivo es un razonamiento en términos de probabilidad.
Lenguaje científico universal.
Elaboración de un lenguaje científico universal, un lenguaje común para todas las ciencias basado en el lenguaje de la física, por ser ésta la disciplina científica más objetiva, más intersubjetiva y más verificable experimentalmente. Este lenguaje fisicalista debería ser formal, riguroso, lógico e inequívoco para describir la realidad física basado en el análisis del lenguaje en el que se expresan los enunciados científicos. De hecho, el adjetivo “lógico” se agregó a “positivismo” para indicar que se debían incluir mecanismos de rigor y precisión en el conocimiento, y así excluir las proposiciones sin sentido.
Lenguaje fisicalista no es lo mismo que lenguaje fenomenalista. Los enunciados del lenguaje fenomenalista tratan sobre los datos de los sentidos. Los enunciados del lenguaje fisicalista tratan de objetos físicos a los que se les adscriben propiedades o cualidades que se infieren de las observaciones intersubjetivas.
En este lenguaje, el significado de un proposición debía ser el método de verificación. Debe haber correspondencia entre lenguaje, conocimiento y realidad, como afirmaba Wittgenstein en el Tractatus, una obra que inspiró al Círculo de Viena.
Ciencia unificada.
Todas las ciencias fácticas o empíricas están sujetas a los mismos criterios; no hay diferencias metodológicas básicas entre ellas, por lo que tiene que ser posible crear una ciencia unificada fundamentada en el lenguaje científico universal para que todo concepto científico pueda expresarse formalmente en dicho lenguaje.
El objetivo principal es la unidad de la ciencia, objetivo justificado por la fe en el potencial del análisis lógico de los enunciados científicos y en la investigación empírica. Esta unidad de la ciencia debe realizarse reduciendo todo lo observable a un lenguaje de tipo fisicalista, buscando el núcleo común a todas las ciencias positivas.
El Círculo de Viena se planteó como objetivo el crear una enciclopedia de la ciencia unificada basada en el lenguaje universal de la ciencia.
El lenguaje científico universal de Carnap
El lenguaje científico universal postulado por Carnap para expresar los hechos empíricos debía cumplir los siguientes requisitos:
Lenguaje fisicalista formal.
Debía ser un lenguaje formal, con una estructura racional y lógica para que se pudiera expresar todo conocimiento científico. Este lenguaje formal debía basarse en la lógica matemática de Principia Mathematica (PM) de Russell y Whitehead, por su valor como herramienta epistemológica, para poder formalizar la estructura lógica subyacente del lenguaje científico. De la misma manera que la lógica formal fundamenta la matemática, también debe fundamentar el conocimiento científico.
Para llevar a cabo este proyecto de lenguaje científico universal, Carnap proponía llevar a cabo un análisis lógico de los enunciados de las ciencias fácticas, un análisis centrado en los aspectos lógicos de la sintaxis, la sintaxis lógica. Seguía así una idea propuesta por Wittgenstein en el Tractatus: en el análisis del lenguaje reside la clave de la estructura de la realidad y del conocimiento. Según Wittgenstein, la única manera de hacer filosofía es el análisis lógico del lenguaje, toda filosofía es crítica lingüística y toda proposición es una representación de la realidad.
Forma y contenido.
Hay que distinguir entre forma (sintaxis) y contenido (significado) de las expresiones del lenguaje. Cuando se olvida tal distinción se recae en la metafísica y, por lo tanto, entre proposiciones y pseudoproposiciones. Estas últimas son proposiciones metafísicas que no tienen referentes objetivos.
La lógica antigua se basa en formas predicativas (un predicado aplicado a un sujeto). La nueva lógica de Carnap contempla dos niveles:
La lógica formal pura, donde no se considera el contenido ni el significado. Tiene un carácter tautológico y es verdadera en virtud de su forma. En este nivel las verdades son puramente formales (p.e. “Llueve o no llueve”). Con este tipo de lógica se pueden realizar cálculos lógicos. El lenguaje correspondiente es sintáctico: se refiere a las estructuras lógicas del lenguaje objeto, es decir, la estructura del lenguaje fisicalista.
La lógica aplicada o teoría del conocimiento, donde se considera el contenido, el significado. Las verdades dependen del significado de los términos utilizados. El lenguaje correspondiente es el lenguaje de las ciencias empíricas.
Metalógica.
El lenguaje científico debe formularse en términos sintácticos, puramente formales, pues todos los problemas epistemológicos son problemas sintácticos.
Carnap buscaba un universalismo metodológico basado en una teoría lógica formal general que fundamentase toda teoría científica. Este universalismo metodológico se concreta en la sintaxis lógica, una teoría de las formas lingüísticas que debería permitir la construcción de diferentes lenguajes y lógicas particulares. Renunciaba así a un único lenguaje y a una única lógica.
Carnap concibió una axiomática general como fundamento de una teoría lógica general, una metalógica o un lenguaje metalógico capaz de expresar los enunciados lógicos y los empíricos. El propósito último era lograr una teoría general de los lenguajes científicos como lenguajes formales que tuvieran una interpretación fisicalista. La metalógica sería “la lógica de la ciencia”.
Elementos primitivos.
Todo enunciado científico debe poder expresarse y fundamentarse en un conjunto de enunciados elementales con la ayuda de una lógica formal.
Sobre este tema existía un gran debate en dos aspectos: 1) Sobre el significado de esos enunciados elementales, es decir, sobre su estatus epistemológico; 2) Los medios para establecer la verdad o falsedad de esos enunciados elementales, es decir, su evidencia empírica.
Accesibilidad.
Este lenguaje científico universal debería poder ser accesible para que todo el mundo pudiera tener un conocimiento más amplio de la verdad científica.
La evolución del pensamiento de Carnap
Carnap defendió con pasión la racionalidad científica, pero corrigió frecuentemente detalles de tipo teórico de su posición general.
La primera gran obra de Carnap, “La estructura lógica del mundo” (Der Logische Aufbander Welt, conocida abreviadamente como “Aufbau”), publicada en 1928, fue durante años la doctrina oficial del Círculo. Esta obra es considerada uno de los libros más importantes de la historia de la filosofía analítica. En ella pretende aplicar la nueva lógica desarrollada por Frege, Russell y Whitehouse, desarrollando una teoría formal y rigurosa del empirismo, definiendo todos los términos científicos en términos fenomenológicos.
El objetivo principal del Aufbau era introducir una nueva disciplina denominada “teoría de la constitución”. Para Carnap, “constitución” significaba “reducción”. En efecto, se propuso construir un sistema lógico, de tal forma que todos los conceptos científicos se derivasen de un núcleo fundamental basado en vivencias elementales sensibles y de un conjunto reducido de principios lógicos, como en Principia Mathematica de Russell y Whitehead. Carnap pretendía construir una ontología de base lógica, donde todos los objetos científicos se definiesen mediante propiedades estructurales o relacionales.
Inicialmente, Carnap se decantó por el lenguaje fenomenalista, por un lenguaje basado en los datos de los sentidos (de tipo subjetivo). Posteriormente cambió de opinión y decidió apostar por el lenguaje fisicalista, por ser intersubjetivo: solo se puede hablar de la unidad del lenguaje de la ciencia si todos los términos científicos se refieren a objetos, propiedades o relaciones físicas observables. Se trataba de reducir toda la ciencia a un conjunto de enunciados protocolares básicos, elementales o primitivos, a partir de los cuales se pudieran expresar los enunciados científicos mediante un formalismo lógico.
En 1934 publicó el influyente libro “Sintaxis lógica del lenguaje”. Sus ideas principales eran las siguientes:
La sintaxis lógica es el fundamento del lenguaje de la ciencia. La sintaxis lógica de un lenguaje es la teoría formal de ese lenguaje. La sintaxis lógica es el estudio de las relaciones de los signos entre sí, sin referencia al significado de los símbolos. La sintaxis lógica de un lenguaje es un sistema artificial de relaciones. “El propósito de la sintaxis lógica es proporcionar un sistema de conceptos, un lenguaje, mediante el cual los resultados del análisis lógico serán formulables con exactitud”.
Pretendía refutar la tesis del primer Wittgenstein (el del Tractatus) de que “hay cosas que no pueden ser dichas sino solo mostradas”, como la semántica del lenguaje, la estructura lógica de las oraciones o la relación entre el lenguaje y el mundo.
Defendía el “principio de tolerancia”, según el cual no existe ningún lenguaje que pueda calificarse como absoluto y verdadero, pues cada uno es libre de adoptar el lenguaje que mejor se adapte a sus propósitos. La elección del lenguaje es convencional y está justificada por consideraciones prácticas. En este aspecto coincidía con el segundo Wittgenstein (el de Investigaciones Filosóficas).
A partir de 1938, Carnap cambió: el análisis de los enunciados científicos no podía ser solo sintáctico. Se deberían incluir los conceptos de significado y verdad. También suavizó su postura anti-metafísica anterior.
Popper criticó el principio vericacionista del neopositismo y propuso cambiarlo por el principio de falsación: todo enunciado científico debe ser falsable. Carnap aceptó la propuesta de Popper y cambió el método verificacionista (correspondencia entre lo teórico y lo empírico) por el principio de confirmación de las hipótesis por los datos observacionales.
Carnap distinguía entre proposiciones confirmables y experimentables. Las proposiciones confirmables son las que tienen registros de observaciones que las confirman. Las proposiciones experimentables son proposiciones confirmables susceptibles de experimentación.
Carnap defendió inicialmente que el conocimiento científico es ilimitado, en el sentido de que no hay ninguna pregunta cuya respuesta sea inalcanzable por la ciencia. Más tarde (hacia 1954), Carnap asimiló el resultado del teorema de incompletud de Gödel −Gödel fue un miembro asociado del Círculo de Viena que nunca llegó a compartir las tesis neopositivistas−, reconociendo que la matemática y la física tienen en común la imposibilidad de la certeza absoluta.
Carnap fue una figura central en el desarrollo de la filosofía analítica. Fue un defensor de la introducción del formalismo en filosofía. Hizo grandes aportaciones a la lógica, a la filosofía de la ciencia, a la filosofía del lenguaje y a la matemática, que reflejó en diversas obras: “Introducción a la semántica” (1941), “La formalización de la lógica” (1942), “Significado y necesidad” (1947), “Los fundamentos lógicos de la probabilidad” (1959), “Estudios en lógica inductiva y probabilidad” (1971). En definitiva, Carnap ayudó a crear la ciencia moderna.
MENTAL vs. el Lenguaje Científico Universal de Carnap
Existen ciertas analogías y diferencias entre MENTAL y el lenguaje universal propugnado por Carnap:
Lenguaje ideal.
Con MENTAL se cumple la expectativa del lenguaje ideal o perfecto perseguido por los neopositivistas para representar el conocimiento científico. Pero no es un lenguaje fisicalista, sino abstracto, pues es imposible compatibilizar fisicalismo y universalidad. La universalidad implica necesariamente la suprema abstracción.
La representación en MENTAL se fundamenta en los arquetipos primarios, comunes al mundo interno y externo. La semántica del lenguaje es la semántica de los mundos posibles, una semántica que es inexpresable pero que constituye el fundamento de todo.
Lenguaje universal.
Carnap aspiraba a crear un lenguaje universal capaz de expresar todo tipo de lenguajes y lógicas. Esto es precisamente MENTAL. Lo que Carnap denominaba “sintaxis lógica” o metalógica lo podemos considerar como las primitivas semánticas universales, capaces de definir o expresar todo tipo de lenguajes y lógicas particulares.
Enfoque de arriba-abajo (descendente).
MENTAL sigue una estrategia contraria al neopositismo. El neopositivismo parte de lo particular para llegar a lo general. MENTAL parte de lo profundo, abstracto y universal para expresar lo superficial. Aplica el principio de causalidad descendente.
Completud.
Es imposible expresar todas las proposiciones científicas en un lenguaje fisicalista porque el lenguaje fisicalista es superficial y no puede fundamentarse en sí mismo (en enunciados también fisicalistas). La ciencia es lo superficial, lo fenoménico. Solo considera el “cómo”, no el “qué”, la causa de los fenómenos. La “explicación científica del mundo” propuesta por los neopositivistas no es tal, es solo “descripción”.
Según el primer Wittgenstein, hay cosas que no pueden ser dichas. Lo inexpresable son los arquetipos primarios, que están en la raíz de todo. Solo podemos ver sus manifestaciones en el lenguaje y en el mundo real.
Según el primer Wittgenstein, en la estructura del lenguaje se nos muestra la estructura del mundo. Según Carnap, “Los fenómenos lingüísticos son eventos dentro del mundo, no algo que se refiere al mundo desde fuera” [Carnap, 1992]. Según la filosofía de MENTAL, la estructura del lenguaje muestra la estructura de los mundos posibles, incluyendo el mundo físico.
Verdad.
La verdad radica siempre en lo profundo, nunca en lo superficial y fenomenológico. En MENTAL convergen simplicidad, conciencia y verdad. La verdad es inexpresable porque, si fuera expresable, la verdad quedaría limitada. “La primera ley de la ciencia es que la verdad no puede ser descubierta. Las leyes de la ciencia son meras hipótesis de trabajo” (Joseph Campbell).
Metafísica.
No se puede prescindir de la metafísica porque lo profundo, lo metafísico, aunque inexpresable, fundamenta lo superficial, incluyendo el conocimiento científico.
Lógica.
La lógica es solo una dimensión de la matemática, forma parte de la matemática. La matemática no puede fundamentarse en la lógica porque la lógica es una parte de la matemática. Esta afirmación va en contra del logicismo.
Influido por la lógica de Principia Mathematica, Carnap enfatizó el papel de la lógica y trató de fundamentar el lenguaje de la ciencia más allá de la lógica, en la metalógica, para que pudiera haber diferentes lenguajes y diferentes lógicas. Pero no existe una metalógica que fundamente a todas las posibles lógicas. Todas las posibles lógicas derivan de las primitivas semánticas universales.
Carnap buscaba un nivel superior, meta, y lo identificó con la metalógica. Pero el verdadero nivel meta, el nivel más fundamental, es el de las primitivas semánticas universales.
Para Carnap, el lenguaje universal debe fundamentarse en términos sintácticos. Es claro y evidente que lo primero debe ser la semántica y luego su representación, la sintaxis.
Sentencias analíticas y sintéticas.
Cuando la matemática hace referencia a sí misma, a nivel abstracto, todas sus sentencias son analíticas. Por ejemplo, cuando definimos una función, una operación, una estructura algebraica o una ley aritmética. Pero cuando hacen referencia al mundo, a objetos concretos, las sentencias son sintéticas. Por ejemplo, cuando asignamos un predicado a un objeto o cuando establecemos una relación matemática de un fenómeno físico. En este caso, estamos estableciendo una conexión entre el mundo abstracto y el concreto, y produciendo conocimiento. En todo conocimiento está implicada la conciencia como conectora o relacionadora de los opuestos o duales (lo abstracto y lo concreto).
El gran poder de la matemática es su capacidad de formalizar el mundo exterior desde el mundo interior
Teorema de Gödel.
El teorema de incompletud de Gódel refleja el problema irresoluble de fundamentar la matemática desde la propia matemática. Este teorema no rige en MENTAL porque es un lenguaje constructivo-descriptivo de tipo metamatemático que fundamenta a la matemática y a las ciencias formales en general.
Accesibilidad.
MENTAL comparte con el hipotético lenguaje universal de Carnap en su pretensión de ser un lenguaje accesible a todos por su simplicidad.
Fundamentación.
La frase que define el positivismo lógico es: “Un enunciado es cognitivamente significativo solo si posee un método de verificación empírica o es analítico”. Según el físico David Deutsch, esta frase no es un enunciado cognitivamente significativo porque no puede ser verificado empíricamente ni tampoco es analítico. El positivismo lógico no puede fundamentarse en sí mismo. La ciencia no puede fundamentarse a sí misma. No tiene sentido hablar de “la ciencia de la ciencia”.
El fundamento de todo se basa en los arquetipos primarios, que se manifiestan en todos los órdenes, incluyendo la ciencia.
Es más sencillo fundamentar todo en lo universal que en lo particular, porque en lo universal está la simplicidad suprema, en la conciencia.
Enciclopedia.
El Círculo de Viena trató de crear una Enciclopedia Internacional de la Ciencia Unificada. Con MENTAL también se promueve una enciclopedia, pero no de todas las ciencias, sino solo de las ciencias formales (matemática, informática, inteligencia artificial, etc.). Esta enciclopedia comienza precisamente con esta obra.
Existen varias razones que justifican la elaboración de esta enciclopedia:
Demostrar que MENTAL es verdaderamente un lenguaje formal universal.
Demostrar que un solo lenguaje permite formalizar todas las ciencias formales favoreciendo así la conexión entre ellas. No obstante, es también falsable: si se encuentra un tema dentro de las ciencias formales que no sea aplicable, dejará de ser universal.
Demostrar que esta formalización es la más simple posible, de máximas posibilidades expresivas, donde los problemas se aclaran, se simplifican o se resuelven.
La teoría de Carnap es compleja, ambigua, genérica y especulativa. No llegó a concretarse en ninguna propuesta de lenguaje científico universal. Debido a esa ambigüedad, sus teorías han tenido diferentes interpretaciones, y además requieren dedicar mucho tiempo para entenderlas.
La reducción al lenguaje fisicalista de los enunciados científicos nunca llegó a concretarse y los proyectos del lenguaje científico universal y de la ciencia unificada quedaron relegados al reino de las utopías. Por el contrario, MENTAL es un lenguaje formal universal simple, teórico y práctico, con su semántica y su sintaxis precisas, válido para todas las ciencias formales, incluyendo el conocimiento científico.
Carnap trató de conectar en el campo de la ciencia las disciplinas de filosofía, lógica, matemática y lingüística. MENTAL conecta, de manera increíblemente simple, filosofía (categorías filosóficas), psicología profunda (arquetipos primarios), lingüística (primitivas semánticas universales) y su aplicación a todas las ciencias formales. Como siempre, la solución de los problemas radica en la simplicidad.
Adenda
El papel de Neurath
Otto Neurath −otra figura destacada del Círculo de Viena− fue un escritor extraordinariamente prolífico en temas muy diversos. Se pronunció en contra de la metafísica y a favor de la unidad de la ciencia. Fue un difusor de las ideas enciclopédicas que fueron el motor del ambicioso programa de la creación de una ciencia unificada. En 1936, fundó el “Unity of Science Institute” (Instituto para la Unidad de la Ciencia).
Para Neurath, el lenguaje científico fisicalista universal era simplemente un lenguaje ordinario, informal, pero enriquecido con términos comunes a todas las ciencias para facilitar la comunicación entre los diferentes campos científicos. Creía que un lenguaje científico universal formal supondría una visión absoluta, acabada y estática de la realidad.
Neurath era partidario de un lenguaje exclusivamente de tipo protocolario, un registro de experiencias científicas personales. Para Carnap esto no era satisfactorio, porque las descripciones de los eventos físicos particulares no se pueden generalizar, por lo que no podían servir para construir el lenguaje universal. El lenguaje protocolario es de tipo subjetivo. El lenguaje fisicalista es intersubjetivo.
La Enciclopedia Universal de la Ciencia Unificada
En 1939, Rudolf Carnap, Otto Neurath y Charles Morris comenzaron a publicar la “Enciclopedia Internacional de la Ciencia Unificada”. Su principal promotor fue Neurath. La enciclopedia se basaba en la teoría fisicalista de Carnap, que propugnaba que todas las ciencias deberían fundamentarse en la física. La función de la enciclopedia era: 1) reunir el saber científico colectivo; 2) poner de manifiesto las conexiones interdisciplinarias; 3) servir de difusión a toda la comunidad científica. La muerte de Neurath, y la II Gran Guerra interrumpieron la publicación de la obra. Se proyectaron 26 volúmenes, de los que solo se publicaron dos [Neurath, 1937].
Popper y el Círculo de Viena
Karl Popper no fue miembro ni asociado del Círculo de Viena, y fue un gran crítico de las tesis de este grupo de filósofos. En su obra de 1934 “La lógica de la investigación científica”, −que generó una gran polémica en el Círculo− presentó su concepción de la ciencia y la lógica de la investigación científica:
Sobre la ciencia y el método científico.
No existe ciencia segura ni método científico infalible. Los antiguos griegos distinguían entre epistéme (el saber seguro y definitivo) y dóxa (la mera opinion). Para Popper, todo es dóxa, no hay epistéme. Solo hay conjeturas, que son siempre provisionales. Siempre se cometen errores. No se trata de evitarlos, sino de detectarlos, superarlos y aprender de ellos. Los errores nos hacen avanzar cuando los superamos. El progreso de la ciencia require libertad, imaginación y creatividad. No hay que tener miedo a equivocarse, porque el miedo restringe nuestra libertad, imaginación y creatividad.
Leyes generales.
Ninguna teoría o ley general puede ser verificada, justificada, validada o confirmada de manera absoluta y definitiva. Lo que sí es posible es la refutación de la teoría, pues basta con que no se cumpla alguna de sus predicciones o consecuencias para que la teoría quede invalidada. Y por muchas que sean las predicciones que se cumplan nunca podrá confirmarse la teoría. Por eso el científico no debe centrarse en los casos en los que se cumpla la teoría, sino al revés, en los casos en que no se cumpla.
Criterio de demarcación entre ciencia y no-ciencia.
Para los neopositivistas del Círculo de Viena, el criterio de demarcación radica entre lo verificable (lo científico) y lo no verificable (lo pseudocientífico). Popper se opuso a esta concepción: el criterio de demarcación radica entre lo falsable (lo científico) y lo no falsable (lo pseudocientífico). En ciencia todas las tesis tienen que ser refutables.
Ley de inducción.
La ciencia tradicional parte de la observación de hechos empíricos para, mediante inducción, establecer teorías o leyes generales. Estas leyes se hacen cada vez más abstractas para que abarquen más dominios científicos, en un proceso de abajo-arriba, de lo particular a lo general.
Hume ya había denunciado que la inducción no es un procedimiento justificable desde un punto de vista lógico. En cambio, Francis Bacon y John Stuart Mill veían en la inducción el método infalible de la ciencia empírica.
Para Popper, el método inductivo es incorrecto e inconclusivo, y además no tiene nada que ver con la práctica científica. La inducción ni siquiera sirve para establecer la probabilidad de las leyes científicas. El método de la ciencia es hipotético-deductivo.
Popper fue un gran defensor de la libertad. Se opuso al dogmatismo (una teoría nunca puede confirmarse definitivamente), al subjetivismo (la realidad objetiva contradice frecuentemente la concepción de los sujetos) y al determinismo (no todo está predeterminado en la naturaleza ni en la sociedad).
Bibliografía
Ayer, Alfred Julius. El positivismo lógico. Fondo de Cultura Económica, México, 1965.
Ayer, Alfred Julius. Lenguaje, verdad y lógica. Ediciones Orbis, 1936. Disponible online.
Carnap, Rudolf. Introduction to Semantics and Formalization of Logic. Harvard University Press, 1968.
Carnap, Rudolf. The Logical Structure of the World and Pseudoproblems in Philosophy. Open Court, 2003. La construcción lógica del mundo. UNAM, Mexico, 1988.
Carnap, Rudolf. The Unity of Science. Thoemmes Press, 1977. Facsimil de la edición de 1934.
Carnap, Rudolf. La antigua y la nueva lógica. En Ayer, J.A., El positivismo lógico. Fondo de Cultura Económica, Mexico, 1965.
Carnap, Rudolf. Filosofía y sintaxis lógica. En J. Muguarza, La concepción analítica de la filosofía. Alianza, 1974.
Cicera, Ramón. El programa de Carnap: ciencia, lenguaje, filosofía. Ediciones del Bronce, 1996
Hahn, Hans; Neurath, Otto; Carnap, Rudolf. La concepción científica del mundo. El Círculo de Viena. Redes, Revista de Estudios sobre la Ciencia y la Tecnología, vol. 9, no. 18, pp. 103-149, Junio 2002. Disponible en Internet.
Hunter, Geoffrey. Metalógica. Paraninfo, 1981.
Kraft, V. El Círculo de Viena. Taurus, 1977.
Lagris, Javier. Sobre Carnap y el proyecto de un lenguaje universal para la ciencia unificada. Internet, 2010.
Mosterín, Jesús. Ciencia, filosofía y racionalidad. Gedisa, 2013.
Neurath, Otto; Carna, Rudolf; Morris, Charles F.W. (editores). Foundations of the Unity of Science: Toward an International Encyclopedia of Unified Science. University of Chicago Press, 1971.
Neurath, Otto. Unified Science and Its Encyclopedia. Philosophy of Science, vol. 4 nro. 2, pp. 265-277, Abril 1937. Disponible en Internet.
Porta, Miguel, El positivismo lógico, El círculo de Viena. Montesinos editor, 1983.
Schilpp, P.A. (ed.). The Philosophy of Rudolf Carnap. Open Court, 1963.